Para los profesionales:

• Adoptar una mentalidad de aprendizaje continuo (“lifelong learning”).

• No solo adquirir habilidades técnicas, también reforzar habilidades sociales, estratégicas y adaptativas.

• Entender que las carreras dejarán de ser lineales y se volverán más dinámicas, cambiantes.

Para las organizaciones:

• Desarrollar estrategias de talento que consideren la colaboración humano-máquina, no solo máquinas que reemplazan humanos. 

• Priorizar la formación y el desarrollo de habilidades emergentes.

• Adaptar los modelos de negocio y trabajo al nuevo entorno tecnológico.